Me senté y cerré los ojos y entonces me vi... me vi a mi, lleno, repleto de amor que no había dado, de amores que nunca habían sido amores, rodeado de personas que no me interesaban. Entonces paré... Y me acordé que me habían amado, que había personas que realmente se interesaban por mi. Cuando abrí los ojos me di cuenta que soy un muchacho que todavía mira el cielo sabiendo que lo puede conquistar cuando quiera, y un hombre que lucha por alcanzar todos los sueños, sabiendo que disfrutó cada partícula del tiempo que le fue dado.
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