Algún día Te vi un punto y flotando ante mis ojos la imagen de tus ojos se quedó como la mancha oscura orlada en fuego que flota y ciega si se mira al sol.
Reflejos
El espejo me reflejó con tan exacta perfección, que la imagen se hizo realidad. Salió caminando desde el cristal, me saludó estrechándome fuertemente la mano y se fue de mi cuarto cerrando la puerta a su paso. Yo, nervioso, asustado, confundido por la situación, miré nuevamente al espejo y ahí estaba, otra vez yo, reflejado, tan soberbiamente reflejado que la figura se volvió realidad, salió caminando desde el cristal y al igual que la anterior, me saludó muy amablemente y se marchó de mi cuarto cerrando la puerta a su paso, dejando un marcado aroma a melancolía en el aire. Rápidamente me aparté del cristal para evitar verme nuevamente clonado y después de reflexionar sobre lo sucedido, decidí tirar una sabana sobre el espejo para taparlo y colocarlo boca abajo. Luego salí de mi cuarto y cerré la puerta a mi paso para comenzar la búsqueda de mis otros yo.
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