Existes




No soy el mejor hombre que has conocido, créeme
ni la mitad de bueno de los que te quedarían por explorar,
ni siquiera tengo estudios y mi voz
se quiebra ante cualquier canción que mire a los ojos.
Mi tristeza se acentúa los domingos
pero en realidad es mi estado más corriente.
A veces sufro ansiedad,
también ira,
tengo veinte segundos complicados en los que puedo
desde matar a un hombre a dormir sin ropa.
No diría que estoy loco pero soy un cuerdo anormal.

En serio, soy un desastre,
ni siquiera soy fiel a mi mismo,
La última vez que pedí perdón
tenía diecinueve años
y el ya no podía escucharme.

Hace tiempo que no confío en nadie,
la esperanza me resulta un acto masoquista,
la fe un mal truco de magia,
el destino un folio en blanco
que escribo con faltas de ortografía
para que el tampoco sepa guiarme.

Quizás si te vas ahora,
alguien podrá darte el placer
que no concibo sin dolor.
Alguien, cualquiera,
podrá hacerte promesas preciosas de esas
que jamás se cumplen
 y tu puedas sonreír dignamente,
atando tus sueños a un futuro que no existe.

Cuando miro tu boca,
creo que hay mujeres que deberían poner más cuidado
en esconder la sonrisa que las tetas.
Pero esto casi solo me ocurre contigo.

Supongo que tu boca es capaz de hacer esclavo a un hombre.
Y seguramente a estas alturas de mi vida
lo fácil sería no rebelarse.
Y dejarme llevar o caer,
porque cuando la abres así como quién bosteza sin más
yo veo un precipicio donde caer es levantarse
y huir de ella es conseguir que el vértigo
te persiga hasta que te tumbe.
Y tumbados ya sabes que el amor
a mí siempre me ha sabido al coño.

Pero es cierto,
que deberías huir, de pana
a que el amor te sorprenda por la espalda
y dejar en la puerta un te quiero
por si un día al salir no se quien soy.

Porque si te quedas,
la distancia solo sera mental y
no sabrás que pienso cuando pienso tanto,
ni probablemente oirás un yo también después de un te amo,
confió mas en lo que hago que en lo que digo
porque jamás supe forzar una palabra
y ya es tarde para contradecir mi abecedario.
Y no sabré decir nunca que te quedes,
ni aunque sea mi deseo primordial
porque si yo pudiera irme de mi mismo,
también lo haría.

Ni siquiera si decides quedarte
podré escribir algún verso decente en tu nombre
porque sería demasiado feliz
para ser poeta.
y tocara decidir a quien prefieres 

Quizás no entiendas que hay gente,
que necesita echar de menos
para no echarse de más.
Que hay gente a la que sonreír en estos tiempos
le parece un insulto,
que respirar una osadía,
que vivir un arrebato,
que perder una rutina.

Quizás no entiendas que soy de ese tipo de gente.
Alguien incapaz de volar sin una guitarra,
un hombre(cito) que se juega en un cara o sello
su próximo desequilibrio.
Un algo que no es alguien
si no suena su nombre
desde la garganta más profunda
de un bar donde una cerveza sea la figura decorativa sobre un fondo ornamental.

Deberías irte,
recoger tus dedos de mi conversación,
atravesar mi corazón hacía fuera,
Ignorar aquello que ves en mis ojos,
lo que te gritan mis palabras cuando las lees
porque en realidad solamente la ignorancia
puede hacer feliz a las personas.

Deberías irte ahora mismo,
porque es el único modo que tenemos de saber
si de verdad me puedes hacer brincar el corazón 

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