Poema para ignorar la distancia




Debería estar cómoda en este poema
ponerte tu mejor vestido,
tus zapatos mas altos,
la mirada aquella que solías usar para acabar con la tregua,
quizás una flor en el pelo

así como al comienzo de una primavera,
o tal vez cogerte una cola bien apretada
de ejecutiva a punto de mandar al paro
al ultimo trabajador honesto de su empresa.

pantys por supuesto,
las tangas son tan ofensivas para mis ojos
como las camisas blancas en los entierros.

Las uñas de rojo y ningún perfume

que altere tu verdadero aroma,

si acaso, unas mínimas gotas de vainilla por el cuello
para orientarme cuando me pierda
en el laberinto de tu vientre.


No dirás te quiero en ni un solo verso,
al menos con la lengua,
podrás usar los ojos y la pelvis,
las manos, la cintura o los muslos,
usarme a mí también como prefieras.


Como barco a la deriva de tus ojos,
como un sweter que te pervierta el frío,
como mentira cruel o como sueño,
incluso como hombre si deseas
llegar antes a la cita del orgasmo.


Y en este poema serás mía

y habrá huelga de taxis en las calles
y autobuses ciegos a tu paso.
Haremos el amor hasta que acabe
y luego volveremos a empezar,
serás abecedario y yo palabra,
seré perro de nadie y tu collar
seremos un plural interminable.

Seremos acróbatas de la cama
en posturas que no existen todavía
mientras silba la olla de presion con disimulo
una canción que nos recuerde a nuestra infancia.

Y nunca más dirás adiós,
ni se harán maletas a lo Mary Poppins sobre la cama,
no existirá París ni un tal San francisco

borrará mi nombre de tu agenda,
mis apellidos de tu árbol genealógico.

Siempre significará siempre.

¿ Lo entiendes ?
Siempre,
como una condena.
Y no como una palabra usada
para eternizar un momento.

Y ahora mientras te despierto con un poema

y sonríes como aquella noche en que el mundo,
se paró para nosotros en una cena
de cuarenta y cinco minutos.


Te propongo que te agarres a mi vida,
que no dejes mi destino a la intemperie
y de un salto te me subes por el cuello
y me abrazas diciendo dulcemente
que sí, que este es mi poema
y no puedes negarte.

Y cerramos el futuro bajo llave.

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