Cualquier día de estos entro a tu casa,
con un arma en la mano y te acribillo
aunque sea de agua. Todo sea por desahogarme.
O secuestro tu perro flaco
y te pido de rescate un beso
o dos caricias. Todo sea por consolarme.
O te regalo un ramo de flores
con olor a caramelos de cianuro
y así mirarte sin chocar con tus ojos. Todo sea por degustarte.
Un día de estos te persigo por las calles
pisando tus pisadas, amando cada huella. Todo sea por orientarme.
O cojo el primer tren que te esquive
huyo de ti como un cobarde y empiezo una nueva vida.
Todo sea por resucitarme...
PD: texto extraído de mi blog favorito.