Llevo dos días con el blog abierto listo para subir un post nuevo
Había escrito sobre el adiós, pero esa palabra que me gusta tanto y a la vez odio.
Pocas veces me escucharan decir adiós, siempre digo hasta luego porque el tiempo es relativo.
Cuando digo adiós, es adiós.
Y para mi adiós es para siempre (aunque el para siempre también sea relativo).
En fin, el texto era rebuscado, turbio, frenético y con mensaje subliminal.
Así que reinicie esta vaina y empece de nuevo.
No tengo ni idea del tema sobre el que quiero escribir, pero me provoca escribir, así que dejo que fluya. Hay tantas cosas en mi cabeza que podría relatar algo tan sumamente caótico que no lo entendería ni yo.
Y es que no paro de buscar y buscar, esta noche quiero simplicidad en lo complejo.
Sentir la ilusión de cada momento en su máximo esplendor y que se me olvide rápido para que no de paso al dolor.
Sentir ese placer con cada porción de oxígeno que inhale y que se esfume de mi memoria al instante.
Quiero enamorarme de haberme enamorado y luego olvidar que lo hice.
Quiero un jardín, una noche estrellada y alguien para compartirla, y luego olvidar el alguien, la noche estrellada y hasta la grama que pisé.
Quiero reírme a morir con un chiste entre amigos, y seguidamente aparecer solo sentado frente al piano como si nada.
Quiero ser un puto CD en blanco reescribible
.
Quiero graduar la intensidad con la que vivo.
Y vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario