Te invito,a ti sola.
Ni pasaporte ni tus maletas vendrán contigo,
tampoco tus recuerdos.
Ven, descalza,
de lunar en lunar, sin más equipaje que tu piel
Me sonríes... Más todavía
como lo haces siempre,
con ese gesto que no recuerdo haber visto nunca,
que no imagino,
volver a ver jamás.
Qué estúpido me siento,
que pequeño,
a tu lado.
Y es que no sé como decirte,
que quiero que me camines a besos,
que compartas tu silla en el cine,
conmigo.
Que me des tu parte más amarga,
que me completes con tu sabor a tinta vieja,
jodida,
a geografía inútil.
Inútil,
porque sólo yo, sé,
que te perderás
Que tus ochenta días se quedarán cortos,
que ninguno de tus mapas hará justicia.
Te perderás,
y gastarás tus ochenta muertes,
mis ochenta vidas,
bailando en mis manos,
bebiendo de mi lluvia.
Marcando con cruces
en mi cuerpo, los desiertos,
los mares,
los tesoros.
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