Tiempo perdido

Me he cansado de perder el tiempo.

De no gritarte todo lo que quiero hacerte.
De no enseñarte todo lo que nos he escrito.
De no tenerte entre mis manos cada noche.
De no sentir tu boca en mi cuello. Ni tus susurros en mi oreja haciéndome estremecer.
De que mis labios, mis manos, todo mi cuerpo te eche de menos.
De no poder contarte lo bien que lo pasamos anoche en mis sueños, los orgasmos que llevaban tu nombre.
Que sí, el amor es muy bonito, pero lo que tenemos ahora son ganas acumuladas.
Que es mi lengua la que pide a gritos el contacto con tu piel, para recorrer cada rincón de nuevo.
Hacerte el amor despacio, como si el tiempo no corriera, solo nosotros (nos) corremos.
Declararte la guerra en la cama, que en el amor ya me has ganado.

Me he cansado. De no hacerlo, no tenerte y no poder decirte que te quiero en mi vida. Por miedo. De tus dudas, tu miedo, que hicieron que el mío creciera como no recordaba haberlo hecho nunca.

Y ahora estoy cansado