Ordinaria

Me gusta que vengas y leas, mantienes en alto mi ego. Pero si es para alimentar tu ocio, recelos y sospechas, es una cagada de pana, me recuerda la mujer ordinaria que eres.

Sin embargo no te preocupes, se me olvida más rapido de lo que crees.

Incredulismo 2.0

¿Por qué seguir escribiendo en páginas que no lee nadie cosas que a nadie le importan y que nadie comparte?
Cada vez que me asalta esa cuestión, llueven mil respuestas: probablemente, escribir es lo único que me purifica, aunque lo haga mal o no tenga sentido. Aunque mis textos carezcan de profundidad o de interés para nadie, sigo necesitando apilar las palabras hasta llegar al cielo y darles una patada voladora, destruyendo todo lo que antes han conseguido el resto de seres humanos que han decidido callarse todas sus incoherencias. 
Sin embargo, yo no puedo. Tengo que plasmarlas en hojas en blanco, tengo que dibujar mis sentimientos con tildes y comas porque si no, no me entiendo. Así que... te pido perdón si estás leyendo esto buscando algo, solo tecleo estas palabras en un orden aleatorio porque me gusta el sonido de mis ideas entretejiéndose en tu cabeza...

Seguro Cubi me entiende

HONESTIDAD

Es cierto, Ya me gusta hasta pelearme con ella, siempre que luego me acoja en sus brazos, y me recuerde lo imbécil que soy y lo mucho que me quiere.

Drenando

Tocaste a mi alma con los ojos secuestrados de poemas que dolían.

Y me dije: cuidado compañero,
ya sabes que tu debilidad son las sonrisas de las niñas tristes.

Fingí normalidad y hablé de más como hago cuando quiero parar el tiempo en unos labios.

En mi catálogo mental de peligros a evitar te marqué con tripe equis
que resultó premonitoria.

Y me prometí no entrar más que en tus versos.
(Para que veas lo que duran las promesas formuladas contra el viento)

Y aquí estoy mientras te espero inédita desnudándote en palabras que no caben en micro-poemas.

Tus miedos son los que te hacen las maletas. Los míos se evaporan cuando alargas
la primera vocal de mi nombre como un feliz grito bélico .

Tanta gente me ha leído los ojos, las venas y hasta las letras y sólo tú supiste ver
lo que me asustan los timbres.

Actualización de la ultima vez que revise

Sigo siendo impaciente, obsesivo, desapegado y ya no tan intenso. Desayuno jugo todos los días y en las madrugadas como Melendi  o Pearl Jam. 
Boto los jabones cuando se están desgastando porque me da ladilla que ninguno me dura mas de 9 días. Me incomodan los halagos y las malas palabras de las personas, groserías, etc. Me gusta leer los libros en la cama y los negocios del trabajo al borde de la piscina. A veces me acuesto boca abajo y lanzo patadas al colchón para poder quedarme dormido pero eso es otro cuento. Me gusta la música de Navidad en centros comerciales o/u/e/y tiendas por departamento o creo que así las llaman. 
Interrumpo a la gente cuando dicen algo que ya sé  y me doy cuenta después que lo hago. 
Tengo miedo cada vez que escribo de mi en el blog, sobre que ella por casualidad entre y lea toda mi vida, ella la que no quiero que encuentre mi blog pero cuando sale publicado lo que escribo se me pasa. Me gusta que me regalen libros, sólo para llenar el estante, sólo leo los libros que compro yo mismo. Prefiero el pasillo en los puestos del avión. Nunca me he emborrachado por otra cosa que no sea una mujer y el 90% de las veces que bailo es por sexo. Soy un comprador desmedido de juguetes o vainas para la guitarra. Soy tímido, pero batallo todos los días contra mi propia timidez. Me gusta las espinacas, tipo Popeye y todo. Ordeno mi ropa por cómo entre, dependiendo de por como la recoja del tendedero o por como la traiga mi madre. Soy maniático con las fechas de vencimiento. No me gustan los dulces, y no recuerdo la última vez que comí chocolate, puedo comerlo, pero no lo hago por gusto propio. Me afeito dentro de la ducha (ya me esta saliendo un poco de barba). Soy impertinentico. Duermo con medias. Soy solitario. Me gusta ver a las personas cuando compran ropa en tiendas Vintage. Tengo un fetiche con los balcones. Me gusta comer galletas en cualquiera de sus presentaciones. No me gusta deber dinero. Intento hacer música todos los días en las mañanas, aunque cada vez es más complicado hacerlo. En navidad me gusta siempre tener champagne en la nevera. Prefiero escribir con lápiz, de hecho, la mayoría de lo que publico son copia de algún cuaderno que uso. No me gusta ir a la playa.  Me baño con agua fría en el día y con agua helada en las madrugadas. Sé que tengo déficit de atención, de atención de mi ex novia. Soy fanático de comprar café en la calle en puesticos al borde de la carretera, pero nunca lo hago en mi casa, no es lo mismo, igual, jamás me comería una empanada de jamón y queso. Tengo más ropa de la que me cabe en el closet. Reconozco que a veces manipulo. Tengo pocos amigos. me emputa intentar dormir hasta tarde y no poder. Me dan morbo los sitios muy concurridos cuando están completamente vacíos. Me gustan las películas belicas. No tomo refrescos o intento no hacerlo y lamentándolo mucho me levanto temprano los domingos..

Y la sigo extrañando. de hecho, anoche soñé con ella..

Para considerar

ésto que usted lee es mí voz,
una voz que sólo se lee
y no se trastoca. 
Yo
no quiero quedarme
mudo
es decir:
- no tomes textos de este Blog como tuyos.
- tampoco vale que los modifiques
para que sí parezcan tuyos.
lo que yo recomiendo,
llegado el caso, es el uso del recurso de la cita.
funciona de maravillas, se lo aseguro.

Catalogo

Odio el odio en general. Pero odio a la gente que no razona.
Odio al que se enorgullece de su simpleza o de su falta de cultura. 
Odio al que roba al débil y a quien es capaz de todo con tal de proteger su mentira. 
Odio a la gente que disfruta destruyendo. 
O matando excepto al enfermo que no tiene la culpa de matar. 
Odio al que no quiere vivir, o al que intenta convencer a los demás de sus motivos para rechazar la vida. 
Odio la falta de civismo: orinar el suelo, tirar basura a la calle “para crear puestos de trabajo en los servicios de limpieza”. 
Odio al que evade impuestos pero se aprovecha de lo público. 
Odio al que odia al diferente. 
Me odio a mí mismo, tal vez.

Odio cualquier alimento de color morado. Es irracional, lo sé. También odio las caries. Es subjetivo, estoy claro. 
Odio los servicios de atención al cliente en general. 
Odio la burocracia, los trámites. 
Odio las colas y las aglomeraciones: parecen webones. 
Odio esos anuncios de la tv que dan por hecho que somos unos consumistas de mierda. 
Odio la prensa que manipula y a toda clase de lameculos en general. 
Odio a los mecánicos que intentan sacarte dinero siempre. 
Y al comercial que intenta engañarte con estupideces que no funcionan. Y al homeópata obviamente. 
Odio cualquier institución que se lucre con su concepto de Dios o con la ayuda solidaria. 
Odio que de cada diez bs que envío al tercer mundo, lleguen cinco, o tres, o ninguno. 
Odio los bancos. Todos, excepción el provincial de San Fco. 
Odio mis contradicciones, mis defectos, mi falta de valor en algunas cosas y de constancia. Odio fumar pero fumo, por ejemplo. Te odio pero no soy capaz de olvidarte. Por ejemplo.

(Sin embargo con la guitarra en las no odio nada ni a nadie. Es extraño).

Odio hablar de odio; perder el tiempo con el odio en lugar de voltearlo y convertirlo en amor. Odio el odio en general, ya lo he dicho. Pero no puedo evitarlo.

Miedo irracional

A veces pienso que se me está congelando el corazón.
Puede que ese deseo que llevo dentro desde hace tanto tiempo se esté afianzando en mi realmente.
No sé.
Es como si se me hubiera asustado el alma.
No quiero convertirme en un monstruo incapaz de sentir.
Esto es nuevo para mi.
Tengo miedo de mi mismo y también sueño que jode.
Y es de noche.
Así que voy a dejarme de webonadas y voy a descansar

!! CUIDADO !!

La belleza engaña. Es cuestión de perspectiva.